miércoles, 5 de marzo de 2014

(No) Todos los caminos llevan a Roma.

Recorrí todos los caminos
y me empapé del blanco mármol
que recubre las columnas,
del pestañear
de las lámparas de aceite,
y del incienso.

Esculpí con la mirada
las figuras que ahora
adornan los templos.

Imploré a los -difuntos- olímpicos,
en lenguas que ni ellos recuerdan,
mil caminos para salir de Roma.


Recorrí tus caminos
y me perdí.

Me perdí en tu piel arenosa,
en tus volcánicos ojos
y en tu olor a mar.

Modelé a besos y a mordiscos
el locus amoenus de tus labios.

Imploré a los -difuntos- olímpicos,
en una lengua que ya no conocen,
mil caminos para (no) salir de Roma.

No hay comentarios:

Publicar un comentario