lunes, 8 de junio de 2015

Historias de arena.

Al besar su piel sólo podía recordar
el mar tranquilo
rompiendo
-lentamente-
en sus playas.

La brisa norteña remueve su cabello
y ella teje sueños
-rotos-
con la arena que se escapa
fugazmente
entre sus dedos.

El agua moja sus pies,
los hunde entre historias
-abandonadas-
en el fondo del mar.

Va y viene,
continuamente,
mientras sube la marea.

Él se ahogaba en sueños,
ahora intenta escapar
-y no puede-
de ese mar
que otros ojos encierran.